Paisajes lunares, el misticismo de una región consagrada al budismo, las vertiginosas cumbres... Ladakh es una región que os cautivará.
Hay lugares que se salen fuera de lo común, que ni siquiera sabemos que existen o que se presentan en nuestra mente como un espacio que se sitúa entre lo imaginario y la realidad. Este viaje a Ladakh, más conocido como el pequeño Tíbet, es un viaje en el que los sentimientos aseguran ponerse a flor de piel. Paisajes lunares inigualables, la inmensidad ante nuestros ojos y el misticismo y la espiritualidad que envuelven este lugar forman un combo del que es imposible no salir sorprendido. Utópica Travel nos recomienda pasar la luna de miel en Ladakh, el otro Tíbet.
Ya solo por el hecho de que solo se puede llegar durante los meses de verano, convierte a este territorio en un sitio exclusivo. Hasta llegar ahí, desfilarás entre acantilados de más de 5.000 metros de altura, aunque la ciudad se sitúa a 3.500, por lo que no es apta para los que temen el mal de altura. Lo que nos espera merece cualquier esfuerzo, porque llegaremos a la pequeña Leh, antaño la capital del reino budista de Ladakh, un conjunto de sencillas casas de ladrillo con techos planos y ventanas, vigiladas en lo alto de la cumbre por el palacio real y la fortaleza, de estilo tibetano.
Leh, rozando el cielo
La ciudad de Leh, como todo el estado de Ladahk, es principalmente budista y se parece más al Tíbet que a la India, con sus paisajes lunares y montañas que componen una visión, cuanto menos, imponente. Recorrer algunos de los monasterios de la región como Shankar, Spituk y Phyang es uno de los imprescindibles. Pero no solo de monasterios y de tranquilidad vive el viajero y, por ello, nada mejor que pasear por el bullicio de su mercado y contemplar (y comprar si gustas) en alguna de sus variadas tiendas, en las que ofrecen desde el té tradicional hasta joyas antiguas, ropa y suvenires.
De Norte a Sur
Durante cinco días recorrerás la ciudad de Leh y sus alrededores, en los que tendrás tiempo para conocer el Buda del Futuro en el Valle del Indo, pasar un día con los monjes en el monasterio de Lamayuru, participar en coloridos festivales de música y danza y, por supuesto, conocer Delhi, capital de la India, de grandes bulevares, de magníficos edificios gubernamentales y amplios jardines.
Pero nadie mejor que los expertos de Utópica Travel para contaros lo que viviréis y sentiréis, aunque no sea nada comparado a experimentarlo en tus propias carnes, ¿no crees?